La alimentación antes... y ahora.

¿Por qué nuestros abuelos no padecían intolerancias o alergias alimentarias y comían de todo? ¿Por qué apenas visitaban al médico? ¿Cómo se las apañaban para dar de comer a toda una familia?

Bueno pues he aquí algunas de las respuestas a estas preguntas:

-          En primer lugar todos los alimentos que ingerían eran naturales, cultivaban sus propias hortalizas y verduras y no llevaban ningún tipo de aditivo, pesticida o eran modificados genéticamente como ocurre en la actualidad.

-          De la matanza de un animal normalmente criado por la propia familia siempre antes examinado para ver si estaba sano por el veterinario del pueblo, podía comer toda una familia durante bastante tiempo, de él se aprovechaba todo. O también hacían sus trueques con el vecino tales como cambiar varias gallinas por un cerdo.

-          Consumían alimentos de temporada, es decir en la época de las manzanas se consumían manzanas, si era la época del tomate o la sandia , sólo se consumían dichos alimentos. Nada de consumir productos fuera de estación que para ello han debido sufrir algún cambio o modificación genética para poder llegar a nuestra mesa fuera de época.

-          También es importante que mencionemos el pan y la importancia que tenia antiguamente para las familias sobre todo por los años 60, fue sin duda alimento fundamental para los españoles durante siglos. Mi abuela siempre decía “El pan es el verdadero alimento del hombre”.

-          La comida que comían era fresca y casera, nada de “fast food” ni comida basura como la conocemos comúnmente.

-          No hacían las famosas dietas milagrosas para  dejar de consumir determinados alimentos o nutrientes para perder peso.

-          Pocas veces iban al médico, sólo cuando se trataba de alguna dolencia grave  o tenían fiebres altas. Hacían sus tisanas caseras preparadas a base de hierbas naturales y así mejoraban.

Es curioso y yo me pregunto hemos avanzado o por el contrario ¿Estamos más atrasados?

Es cierto que hoy en día apenas consumimos productos naturales, la mayor parte son modificados genéticamente, con aditivos o pesticidas para prolongar la vida útil del alimento. Consumimos frutas y hortalizas fuera de temporada todo el tiempo.

Abusamos de la comida rápida y de los precocinados por la falta de tiempo muchas veces debida al trabajo o bien muchas veces las pocas ganas que nos quedan cuando volvemos a casa tras una dura jornada laboral, en lugar de prepararnos un plato sano y fácil.

En el caso del pan en nuestro caso ha disminuido el consumo respecto antaño debido probablemente a los falsos mitos provocados de que el pan engorda y por ello cada vez es mayor el número de los españoles que lo suprimen de la dieta.( Quiero aclarar que cuando hablo de pan me refiero al pan artesano tradicional de toda la vida que se elabora en obradores y pequeñas pastelerías).
Hoy en día en los pueblos se mantiene el consumo de pan pero en las ciudades es donde más se ha notado el descenso y lo hemos sustituido por panes de molde, pan tostado, etc que sin duda no tienen nada que ver al pan artesano del pueblo, los cuales nos proporcionan menos beneficios que el pan tradicional.

No debemos olvidar los medicamentos y hormonas que les suministran al ganado lo cual ello repercute de forma negativa en nuestra alimentación.

Debido a todo esto que vengo indicando, cada vez acudimos más al médico por dolencias debidas en muchos casos a alergias, toxiinfecciones y reacciones alimentarias y en muchos casos también a los transtornos alimentarios.

Consumimos mayor número de fármacos y consumimos alimentos con una mayor ingesta calórica debido a las grasas trans principalmente debido a las comidas rápidas y a la bollería industrial.

Es cierto que con la agricultura ecológica hemos dado un gran paso, cada vez son más las personas que consumen alimentos ecológicos, pero no está al alcance de todos debido a los costes, en muchos casos es cuestión de planteárselo porque muchas veces podemos recortar en gastos de comida basura o precocinados y ahorrar un poco más para adquirir productos ecológicos, nuestro cuerpo sin duda nos lo agradecerá.